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Naturaleza y ecología
La Finca El Pozuelo se encuentra en una zona declarada Parque Natural desde 1989. Además esta zona forma parte de la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena y de la Zona Especial de Protección para las Aves.
En la Finca El Pozuelo llevamos más de 40 años apostando por un mundo más natural, a la vez que ecológico.
Cuando empezamos a desarrollar nuestro proyecto de Nueces Ecológicas, allá por el año 1980, nunca llegamos a pensar que dicho sector tendría un peso tan importante. Es un orgullo seguir año tras año ofreciendo un producto de la máxima calidad en un mercado que ha abierto sus puertas a la globalización y que lo mismo competimos con productores franceses que estadounidenses. Sin embargo, lo que sí esperábamos, era que la gente que comprase nuestras nueces fuesen personas concienciadas y a favor de un mundo más rural, donde se valorase el esfuerzo del agricultor y aunque se pague un precio más alto, el resultado es un fruto con un sabor y una textura que nada tiene que ver con cultivos que han sido tratados con productos que alteran el ciclo de vida natural del árbol.
Aunque hayan sido pocos los años que hemos tenido alguna enfermedad en los árboles, sí han sido muchos los quebraderos de cabeza para tratar al árbol sin usar ningún tipo de fertilizante o pesticida: las talas, el arado, el riego… son tareas costosas y peligrosas para un árbol tan sensible como el nogal, pero si todo se hace a su tiempo y le dedicamos las inversiones necesarias, finalmente podremos hacer que el árbol vuelva a sus condiciones óptimas.
Además de los nogales, decidimos ampliar un poco el mercado y, tras comprar la Finca El Castillo, apostamos por darle vida a un castañar que estaba totalmente olvidado; zarzas, aulagas y helechos componían el suelo de unas 12 hectáreas de terreno. Nosotros somos de los que piensan que si tenemos algo hay que cuidarlo, por lo que comenzamos removiendo un poco la tierra para que se oxigenara. Tras dividir la Finca en diferentes parcelas y así aprovechar mejor el espacio para que las ovejas hiciesen su trabajo de “desbrozadoras” naturales, comenzamos la tala del castañar y la posterior quema de ramas.
Debido a que la madera de castaño es muy resistente, decidimos usar parte de los troncos como postes para futuros vallados y algunas varas para hacer “jurgas” (herramienta usada en el corcho para separar las planchas del árbol), “horquillas” (herramienta que nos sirve para por ejemplo arremeter la candela) o “garabatos”, (que usamos para despegar zarzas de vallados o árboles.
Cuando ya conseguimos terminar de limpiar esta Finca decidimos injertar los castaños bravos, que dan una castaña pequeña y con poca carne, con otras variedades como Planta Alájar, Helechal o Vázquez, las cuales producen castañas de mayor tamaño y mejores para el consumo humano. Hace ya 5 años de los primeros injertos y ya muchos de aquellos castaños olvidados vuelven a estar en perfecta forma y proporcionando un fruto sabroso y de gran calidad, todo esto sin usar en ningún momento productos o fertilizantes que pudieran, como con las nueces, alterar el ciclo del árbol.
Hemos comentado brevemente que tenemos ganado en la Finca, en este caso ovejas. De manera constante tenemos unas 50 ovejas y 2 machos. Las ovejas nos sirven fundamentalmente para limpiar el campo de hierbas, las cuales son un problema en caso de incendios ya que ayudan a propagar los mismos en la época estival donde llegamos a alcanzar los 40 grados centígrados, cada vez más frecuentemente. Las ovejas están siempre sueltas y las vamos pasando de cerca en cerca en función de la comida que tengan en cada una. Únicamente se dejan encerradas cuando van a parir, para evitar que otros animales como zorros, meloncillos e incluso águilas puedan atacar a los borregos o a las madres mientras dura el parto.
También quiero darle su pequeño espacio a las gallinas que tenemos, actualmente 12, las cuales son ponedoras y que desde las 12 del mediodía hasta que entra la noche se encuentran picoteando a lo largo de la Finca, fundamentalmente en la zona de los nogales donde encuentran muchas lombrices y otros insectos. Un poco de maíz molido es el complemento ideal para que pongan unos huevos que nada tienen que ver con los que encontramos en supermercados, la mayoría de ellos provenientes de granjas extensivas.
Finalmente, aunque no por ser el último apartado es el menos importante, quisiera destacar nuestro Huerto Ecológico. Aprovechamos el estiércol tanto de las ovejas como de las gallinas para abonar la tierra. En función de si lo queremos de invierno o de verano, usamos un cercado diferente, para que la tierra pueda respirar y así los tubérculos y hortalizas tengan el máximo de nutrientes. En invierno plantamos ajos, coles, espinacas, lechuga… llegando a la primavera ponemos patatas y finalmente en verano sembramos pimientos, tomates, calabaza, cebolla, berenjenas, calabacines o pepinos. Muchos de nuestros clientes han disfrutado de estos pequeños placeres durante sus estancias en nuestras casas y nos es muy gratificante cuando algunos de los pequeños nos preguntan si tenemos más.
Una vida rodeada de naturaleza no son únicamente alegrías. Los que trabajamos en el campo dependemos de muchos factores externos y un mal año de lluvias o muy seco puede ser un gran quebradero de cabeza sin embargo, y esto es a título personal, lo que reporta es mucho más gratificante.